miércoles, 13 de marzo de 2013

"Santo Padre, Nuestra familia de carmelitas descalzos, descalzas y seglares le da la más calurosa bienvenida."

CARTA DEL PADRE GENERAL DE LOS CARMELITAS DESCALZOS, SAVERIO CANNISTRÀ, OCD A S.S. FRANCISCO.

Santo Padre,

Nuestra familia de carmelitas descalzos, descalzas y seglares le da la más calurosa bienvenida. Con la sencillez que nos han transmitido nuestros padres y nuestras madres en el Carmelo, le abrimos la puerta de nuestro corazón. Cuente con nosotros, Santidad, con estos sus hijos e hijas en Cristo Jesús.

Nuestra Santa Madre Teresa nos enseñó a vivir el don de la fe en comunión de amor con la Iglesia, en espíritu de obediencia al Vicario de Cristo, poniendo nuestras vidas al servicio del Reino. Esto hicimos con sus predecesores y esto haremos con usted.

Manteniendo en nuestro corazón un sentimiento de profunda gratitud hacia su predecesor Benedicto XVI, cuya vida tanto nos ha ayudado a poner los ojos en Cristo, hemos vivido con serenidad confiada, oración expectante y gozo emocionado la elección del nuevo Papa. Cada día le decíamos al Señor:

“Muéstranos al que has elegido para guiar la nave de Pedro en este tiempo de gracia”. Y ahora que le hemos visto, acogemos en Su Santidad a aquel a quien Dios nos ha enviado.

Gracias de corazón por haber dicho sí. Imaginamos que no habrá sido fácil hacerlo frente a las arduas tareas que le esperan. Pero hemos visto en su rostro la humildad verdadera de quien se ofrece como instrumento del Señor, del que deja que sea Él mismo quien obre a través de sus palabras, de sus decisiones, de sus acciones.

En Su Santidad hemos reconocido una vez más la obra del Espíritu, su fuerza renovadora, que guarda continuamente sorpresas para sus fieles y por esto damos gracias a Dios.

Santo Padre, querríamos decirle con un poco de atrevimiento que deseamos ser sus amigos. Querríamos que nuestra familia del Carmelo sea para Su Santidad como una nueva Betania, donde pueda descansar de sus fatigas y donde, juntos, podamos hablar de las cosas que más amamos: de nuestro Amigo Jesucristo, de su Iglesia, de los más necesitados de nuestro tiempo. El nombre que ha escogido nos anima a hacerlo: es el nombre de quien, siguiendo las huellas de Cristo, ha querido ser siempre el más pequeño entre sus hermanos.

Seremos con usted misioneros cuando se pondrá en camino para anunciar el Evangelio a todo el mundo. Nos uniremos a Su Santidad cuando proclame con valentía y fuerza la paz y la justicia del Reino de Dios. Cuando aparezca la cruz, nos tendrá a su lado para abrazarla junto a usted. Y estaremos a su lado, también, cuando se retire en oración para hablar al Corazón de Jesús.

Ponemos su pontificado bajo la protección de María, que para nosotros es “Flor del Carmelo, Viña florida, Esplendor del cielo, Virgen fecunda, Madre tierna, Estrella del mar”.

¡Que Dios le bendiga!

Sus hijos e hijas del Carmelo Descalzo.

SAVERIO CANNISTRÀ, OCD

Fuente:http://www.carmelitaniscalzi.com/vercommunicationes.php?Id=3985

O morir o padecer...

La vida de nuestra Santa fue un milagro permanente de la gracia de Dios, una luz en los caminos de España, una fuente de bendiciones para quienes la conocían. Y era tanto su deseo de amar y hacer el bien que por salvar las almas de los pecadores estaba dispuesta a sufrir lo que Dios le pidiera. De ahí que su frase favorita era:

O morir o padecer.

(Vida 40, 20)

"Él estaba conmigo"

Este suceso ocurrió en Salamanca al regresar la Madre de la fundación de Alba. Era el 8 de abril de 1571 y escribe:
Había estado harto fatigada, vi que era tarde para hacer colación (comer) y no podía; a causa de los vómitos, háceme mucha flaqueza no la hacer un rato antes, y así con harta fuerza puse el pan delante para hacérmela para comerlo, y luego se me representó allí Cristo y parecíame que me partía del pan y me lo iba a poner en la boca; y díjome: “Come, hija, y pasa como pudieres; pésame de lo que padeces, mas esto te conviene ahora”.

Quedé quitada aquella pena y consolada, porque verdaderamente me pareció (que Él) estaba conmigo.

Santa Teresa de Jesús

Cuenta de conciencia 12, N° 3.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor...

"Misericordias Domini in aeternum cantabo"
«Un canto de las Carmelitas descalzas de San José de Ávila»

Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades...

Estas palabras del salmo 88 se han colocado muy frecuentemente en los cuadros de Santa Teresa como flámula. Nos ayuda, sin duda, a comprender como comprendió su vida.

Teresa nos enseña a descubrir la vida como un campo donde encontrar un tesoro: la misericordia de Dios, para poder celebrarla eternamente.
¡Qué rico se hallará el que todas las riquezas dejó por Cristo! ¡Qué honrado el que no quiso honra por El, sino que gustaba de verse muy abatido! ¡Qué sabio el que se holgó de que le tuviesen por loco, pues eso mismo llamaron a la misma Sabiduría! ¡Qué pocos hay ahora, por nuestros pecados! Ya, ya parece se acabaron los que las gentes tenían por locos, de verlos hacer obras heroicas de verdaderos amadores de Cristo. ¡Oh mundo, mundo, cómo vas ganando honra en haber pocos que te conozcan!

Santa Teresa de Jesús

(Vida 27, 14)

Un día de marzo de 1575...

"La fundación del Monasterio de San José de Caravaca"

Un día de marzo de 1575, entre los fieles que escuchaban el sermón de un padre Jesuita, en la Iglesia de la Compañía, se hallaban cuatro doncellas de noble abolengo. Tras el oficio religioso, y durante un cambio de impresiones, deciden no volver a sus respectivos domicilios hasta tanto no consigan que la Madre Teresa se decidiera a fundar un monasterio de su reformada Orden Carmelita en aquella ciudad. Estas piadosas doncellas se recluyeron en la casa de una viuda: Doña Catalina de Otálora, quien se avino a albergarlas y mantenerlas hasta tanto consiguiesen sus propósitos, facilitándoles los medios para llegar a la Reformadora en demanda de sus aspiraciones. La Santa recibió las primeras noticias de Caravaca en su primer convento reformado: San José de Avila. Su primera intención fue la de venir en persona a Caravaca como acostumbraba a hacer en la mayoría de sus fundaciones. Sin embargo, la inesperada fundación de Sevilla y las noticias que tuvo sobre lo alejado de Caravaca y el mal estado de los caminos que hasta aquí conducían, fue lo que motivó su decisión de enviar a dos colaboradores.

El informe de éstos fue lo que hizo decidir definitivamente a Santa Teresa hacer la fundación en Caravaca. La misma Santa comenta que se debe a ellos la fundación de esta ciudad, ya que sin licencia de la Fundadora hicieron las correspondientes escrituras de una posesión en la ya mencionada calle Mayor, junto a una ermita dedicada a San José. Ellos y la viuda Catalina de Otálora, junto a Rodrigo de Moya, padre de una de las doncellas novicias que aportó parte del dinero necesario, son los verdaderos artífices de lo que hoy es un monasterio de cuatrocientos años de antigüedad.

La fundación no fue fácil. El permiso que el Gobierno del Rey Felipe II había de conceder para tal empresa fue otorgado, sin embargo, en una de las cláusulas, se especificaba que el nuevo monasterio estaría sujeto al mandato del Comendador de Caravaca, entonces perteneciente a la Orden de Santiago. La Santa, conocedora de lo que ello podría reportar en orden a la independencia del convento y a la política del momento, no vio con buenos ojos esta dependencia y volvió a solicitarse de nuevo, en junio de 1575, exigiendo que el monasterio dependiese directamente de la Orden del Carmen. Al fin el Rey otorgó la licencia, se subsanaron dificultades con el Obispado de Cartagena para poder decir misa en la casa y se envió priora: la madre Ana de San Alberto, inaugurándose oficialmente el monasterio, con la traslación del Santísimo Sacramento, el día 1 de enero de 1576. A partir de este momento comienza a erigirse el actual edificio, primero con la anexión de unas casas que estaban junto al convento, cuya compra autoriza la Santa el 30 de septiembre de 1589, y después con la de la ermita de San José, anexa a las mismas.

lunes, 4 de marzo de 2013

Ávila de Santa Teresa...

Parece que la Madre Teresa usó la comparación de castillo, porque su medio ambiente a ello la inspiraba. Pues en Avila, las murallas y almenas dan una sensación muy distinta a la que dan las otras ciudades. Y el ambiente de quietud, mueve a la reflexión, a la meditación, a la contemplación.

Aquellas empedradas calles que la Santa debió conocer tan bien como sus hábitos religiosos, oyeron y sintieron los ánimos de la Madre Teresa, quien fue una caminante por excelencia. Y como que viven todos aquellos recuerdos.

Hoy, Avila da la sensación de ser un gran convento, pero con una alegría queda. Porque los biógrafos explican que Madre Teresa, "alejada del mundanal ruido", no era dada a la tristeza ni quería que sus monjas vivieran en ese ánimo. Era así como en los conventos, ella, que enseñó los muchos aposentos del alma, enseñó también alegría secular, valiéndose de las risas, del cantar, y de las castañuelas.

En estos tiempos, el mensaje de Teresa de Jesús tiene la igual vigencia de antes. Y por momentos, es de mayor vigencia, porque uno de los grandes errores es huir de la intimidad anímica de nuestro castillo, para pretender adornarlo con muebles extraños, pudiendo nosotros organizar, en las interioridades del ser, los aposentos más formidables dentro de tan grande y majestuoso castillo que es el alma.

Hoy, a casi cuatrocientos treinta años, en tiempo que comienza a contarse con los dedos no hallando luego más dedos con qué contar, y perdiéndose uno en el mismo tiempo, cabe invocar a la bienaventurada Madre Teresa de Avila, y pedirle orientación.

Y darle las gracias por tan augustas orientaciones que ha dado a sus hermanos de todos los siglos.


Fuente: bastonycamino.blogspot.com

A Teresa de Jesùs...

Mujer de inteligencia peregrina
y corazón sublime de cristiana,
fue más divina cuanto más humana
y más humana cuanto más divina.

Hasta el impío ante tu fe se inclina
y adora la grandeza soberana
de la egregia doctora castellana,
de la santa mujer y la heroína.

¡Oh mujer! Te dará la humana historia
la gloria que por sabia merecieres;
mas con el mundo acabará esa gloria,
que por ser terrenal no es sempiterna.
¡Tú, Teresa de Ahumada, al cabo mueres!
¡Teresa de Jesús, tú eres eterna.


Jose Maria Gabriel y Galán

sábado, 2 de marzo de 2013

Un ideal...

Teresa no tiene otro ideal ante sus ojos más que “salvar” y conducir a Cristo a toda persona humana, La unidad de la Iglesia es una preocupación central.

Toda la obra de Teresa atestigua que el hombre es capaz de alcanzar la verdad. No somos ciegos que tantean y divagan en el vacío. En el interior se encuentra uno con la verdad y la belleza y el amor de Dios. Toda la Iglesia está invitada a sumergirse para saltar luego hacia Dios en un movimiento recíproco. Hay que convencerse que las estadísticas, los medios poderosos y las seguridades, no tienen la fuerza de una persona encendida en el amor de Dios...

Cristina Kaufmann

El Papa Pío IV

El Papa Pío IV fue quien otorgara el breve de fundación del convento de San José de Ávila a Santa Teresa .

Pero, quien fue este hombre que gobernó la Iglesia de 1559 a 1565?

Su nombre secular fue Giovanni Angelo Médici di Marignano; nació en Milán (1499) y murió en Roma (1565). Era hijo de Bernardino Médici y Cecilia Serbelloni, de origen humilde y escasa fortuna, sin relación alguna con el apellido Médicis de Florencia. Comenzó la carrera militar en Pavía y la terminó en Bolonia,granjeándose una sólida reputación de jurista y filósofo. Abrazó la carrera eclesiástica y la terminó a los 28 años. En 1527 llegó a Roma y Clemente VII le nombró protonotario y Paulo III le confirmó en el mismo oficio y después le nombró gobernador de Ascoli Citta-di-Castello. Realizó luego diversas misiones para este papa y fue nombrado sucesivamente gobernador de Ancona, arzobispo de Ragusa, gobernador de Perusa y cardenal presbítero con el título de santa Prudenciana, en 1549. Sus relaciones con Paulo IV no fueron amistosas, eligiendo el cardenal Médici un destierro voluntario, que endulzó con ocupaciones literarias y obras de caridad. A la muerte de Paulo IV, ascendió al solio pontificio, en 1559. Fue un hombre de dulce carácter, que contribuyó a la reforma católica sin emplear la severidad de su predecesor Paulo IV. Aunque practicó el nepotismo al igual que los anteriores pontífices, ello influyó positivamente en la Iglesia, al menos en el caso del nombramiento como cardenal a San Carlos Borromeo, que contribuyó en el triunfo del Concilio de Trento y llevó a cabo trascendentales empresas en favor del cristianismo. Realizó varias obras trascendentales en la ciudad eterna, fundando el seminario romano y embelleciendo la ciudad con suntuosos edificios, como el Convento de la Cartuja, la iglesia de Santa María de los Ángeles, el palacio de los Conservatorios en el Capitolio, la oficina de impresiones en el Vaticano, la Puerta Pía, obra de Miguel Ángel, la Angélica, en conmemoración de su nombre de pila, Ángel; abrió nuevas calles, edificó el Borgo Pío, restauró Villa Julia, continuó la obra de construcción de la iglesia del Vaticano, etc. En muchas de estas obras empleó a Miguel Ángel, a quien remuneró, honró y estimuló cuanto pudo. En política exterior tomó medidas contra Solimán, uniendo su armada a la de Felipe II, gastando en esta guerra grandes sumas. En 1565, pocos meses antes de su muerte se descubrió un atentado contra su vida. Después de librarse, cayó enfermo de una fiebre y murió en diciembre de 1565, tras un pontificado de casi seis años. Fue enterrado en la basílica de San Pedro, y sus restos fueron trasladados en 1583 a la iglesia de Santa María de los Ángeles. Le sucedió Pío V.

Fuente: www.mcnbiografias.com

martes, 26 de febrero de 2013

Véante mis ojos,
dulce Jesús bueno;
véante mis ojos,
muérame yo luego.
Vea quién quisiere
rosas y jazmines,
que si yo te viere,
veré mil jardines,
flor de serafines;
Jesús Nazareno,
véante mis ojos,
muérame yo luego.

Santa Teresa de Jesús

"Santa Teresa, profeta ante la crisis, de la reforma personal a la reforma de los conventos"

Vivimos en un mundo en crisis y de multiples cambios, tratemos por un segundo imaginar como debieron vivir los habitantes del siglo XVI su propia convulsionada época. Este siglo de oro permitió el florecimiento de la mística española con San Ignacio, Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Sin embargo, este esplendor estaba manchado de sangre: la sangre de los indígenas americanos y los esclavos negros por un lado, y la sangre de los encarcelados por la Inquisición y por la expulsión de los moriscos, por otra.

La Iglesia necesitaba ciertamente una reforma. En España, sin embargo, los reformadores eligen hacerlo desde el interior de la Iglesia a pesar de la tentación de ésta de situarlos fuera. Santa Teresa de Jesús brilla con fuerza en este contexto.

Santa Teresa desde joven, como otros de su tiempo, vive con preocupación las noticias de los conflictos de religión que llegan desde el centro de Europa y en concreto desde París con la irrupción de los Hugonotes. Sin embargo, durante la época en que la Iglesia decide tomar la iniciativa para reformarse a través del Concilio de Trento, Teresa tiene 30 años y vive centrada en sí misma, angustiada por su propia crisis personal. Mientras no resuelva ésta, mientras no salga del túnel interior de su alma, no podrá plantearse la reforma de los conventos. Su vida partirá pues de una reforma interior que irá desplegándose hasta llegar a ser una reforma exterior que afectará a toda la Iglesia.

Esta primera crisis, la vive ella en el interior del convento siendo ya monja carmelita. No entró con ilusión sino con resignación, con voluntad de soportar unos sacrificios menores que los de un purgatorio estricto que se merecería si siguiera otro tipo de vida.

Su “conversión” no es pues una conversión hacia el cristianismo viniendo de fuera, sino una con-versión (un volverse hacia) desde dentro hacia la profundidad. Ella tiene que superar obstáculos como la prohibición de leer ciertos libros en lengua vernácula. En ese momento ella recibe la fuerza de Jesús que le dice: “No temas, yo seré para ti un libro vivo”.

Asentada en la roca de la superación de esta crisis, tiene fuerzas para enfrentarse con la reforma de los conventos carmelitanos fundando uno nuevo donde se destierra la diferencia de clase entre las monjas, y donde la búsqueda de una oración profunda, personal y unitiva no cae en la tendencia “quietista”, es decir, en aquella tendencia y tentación de alejarse del mundo, de los problemas, y del hermano necesitado, con la excusa de la búsqueda de silencio. Ella, en cambio, ayudada por buenos confesores jesuitas, descubre la humanidad de Cristo y cómo ésta se encuentra en los más pobres.

Santa Teresa es una mujer fuerte capaz de resistir terremotos. Por eso pudo soportar la doble suspicacia que producía: por ser mujer y por ser mística.

Con su lenguaje popular de la época (que por eso es más difícil de leer que el culto y cuidado lenguaje de San Juan de la Cruz) escribe este texto de fina queja femenina ante el trato recibido por los clérigos, todos hombres:
 

“(…) [a las mujeres] las favorecisteis [Señor] con mucha piedad, y hallasteis en ellas tanto o más amor que en los hombres, pues estaba vuestra sacratísima Madre en cuyos méritos merecemos lo que desmerecimos por nuestras culpas… ¿No basta, Señor, que nos tiene el mundo acorraladas, que no hagamos cosa que valga nada por Vos en público, ni osemos hablar algunas verdades que lloramos en secreto, sino que no nos habíais de oír petición tan justa? No lo creo, Señor, de vuestra bondad y justicia, que sois justo juez y no como los jueces del mundo que, como son hijos de Adán, y en fin, todos varones, no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa. Sí, alguna día ha de haber que se conozcan todos… no hablo por mí pero veo los tiempos de manera que no es razón desechar ánimos virtuosos y fuertes, aunque sean de mujeres”.

Viqui Molins

Procesión en Ávila

Una procesión rememoró en Ávila distintos momentos de la Pasión de Cristo desde la mirada de Santa Teresa de Jesús

Las puertas de la iglesia de la Santa se abrieron para vivir un momento muy especial, el inicio de la procesión que llevó por las calles de Ávila al grupo escultórico formado por las imágenes de Santa Teresa y el Cristo Atado a la Columna.

Hace tiempo que muchos corazones esperaban vivir este momento y los Carmelitas Descalzos del convento de la Santa consiguieron que fuera una realidad en una procesión que además tuvo como uno de los puntos claves las meditaciones teresianas que se hicieron en cinco paradas del recorrido.

La primera fue en el interior de la iglesia, justo antes de comenzar la procesión, y trató sobre la costumbre teresiana de meditar en la Pasión de Cristo. Al resguardo del templo, en una fría tarde, se pudieron escuchar las palabras de meditación que nacen de la propia Santa Teresa y que se que hicieron junto a las imágenes que después tenían que salir en procesión.

En lo más hondo de la meditación que nace de nuestra Santa comenzó ese recorrido en el que además participaron 22 anderos de la Cofradía del Santísimo Cristo de los Afligidos y Nuestra Señora de la Paz para llevar las imágenes que tuvieron que salir a pulso por la puerta del templo debido a la altura del montaje. Una vez fuera se pudieron escuchar los primeros compases de la música de los casi 80 músicos de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo a la Columna ‘El Amarrado’, que acompañaron el desfile procesional.

Aunque lo cierto es que a las puertas de la Santa no esperaba tanta gente como se puede ver en algunas procesiones de Semana Santa, sí que fueron muchos los que se pararon a lo largo del recorrido para contemplar el paso de las imágenes, no en vano era la primera vez en la historia que caminaban juntas en procesión y permitían la posibilidad de contemplar el conjunto tal y como fue concebido por Gregorio Fernández, con la copia que se exhibe en el Museo de Santa Teresa.

En el camino no faltaron junto a los carmelitas, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, que precisamente este sábado cumplía diez años desde que se convirtió en el primer sacerdote de nuestra diócesis, junto con los concejales Héctor Palencia y Pino Gómez.

Todos ellos formaron parte de una procesión cuya peculiaridad estaba precisamente en los cinco momentos meditativos que desde los escritos de la propia Santa pudieron ser seguidos por los fieles. Cada uno de ellos estuvieron acompañados de una breve meditación a cargo de varios religiosos carmelitas o del propio obispo.

Estas ‘paradas’ se hicieron para reflexionar sobre la costumbre teresiana de meditar, la Oración en el Huerto, ante Cristo atado a la columna, Cristo en la soledad y abandono de la Pasión y la meditación de la resurrección de Cristo, todo ello durante el recorrido de un desfile que recorrió Madre Soledad, Corral de las Campanas, iglesia de San Juan (donde fue bautizada la Santa), Caballeros, Reyes Católicos, Alemania, Catedral, Cruz Vieja, Don Gerónimo, plaza teniente Arévalo y llegada a San Ignacio para volver por Cardenal Pla y Deniel, plaza del Rastro, Corral de las Campanas y Madre Soledad hasta La Santa, donde estaba prevista la celebración de una eucaristía, seguida del concierto de Canto Gregoriano a cargo del Coro de Canto Gregoriano de La Santa.

Fuente: www.diariodeavila.es

sábado, 23 de febrero de 2013

¡Qué grande, única y humana, que atrayente es esta figura!


¡Qué grande, única y humana, que atrayente es esta figura!

"Una madre llena de encantadora sencillez, una maestra llena de admirable profundidad"...

Santa Teresa se presenta ante nosotros como una mujer excepcional, como a una religiosa que, envuelta toda ella de humildad, de penitencia y de sencillez, irradia en torno a sí la llama de la vitalidad humana y de su dinámica espiritualidad; la vemos, además, como reformadora y fundadora de una histórica e insigne Orden religiosa, como escritora genial y fecunda, como maestra de vida espiritual, como contemplativa incomparable e incansable alma activa. ¡Qué grande, única y humana, que atrayente es esta figura!.

Pablo VI
"No seas araña que todo lo que come lo emponzoña, sino abeja, que todo lo convierte en miel".

Santa Teresa de Jesús

(Fundaciones 8,3)

martes, 19 de febrero de 2013

¡Oh Dios mío y mi sabiduría infinita, sin medida y sin tasa y sobre todos los entendimientos angélicos y humanos! ¡Oh Amor, que me amas más de lo que yo me puedo amar, ni entiendo! ¿Para que quiero, Señor, desear más de lo que Vos quisiereis darme?...

Santa Teresa de Jesús

(Exclamaciones Del Alma a Dios 17,1)

lunes, 18 de febrero de 2013

"La actriz española Concha Velasco volverá a dar vida a Santa Teresa de Jesús".

Esta vez será con un monólogo, a partir de los textos de la propia escritora adaptados por Ramón García, en el que se muestra la entrada de Santa Teresa a Valladolid para la fundación del convento de las Carmelitas Descalzas. La obra teatral está adaptada partiendo de los libros de la santa «Las Fundaciones», El libro de la vida», «El modo de visitar los conventos» y «Las Moradas».

La idea es que el estreno se produzca a lo largo del año 2014 en el Teatro Calderón y esté enmarcado dentro de los actos del centenario de Santa Teresa de Jesús. Será una producción en principio vallisoletana, aunque abierta a la entrada en coproducción de otros teatros.

Concha Velasco está entusiasmada con la idea de volver a interpretar un papel que ha sido determinante en su carrera de actriz. Ya ha dado su confirmación a participar en el proyecto e incluso ha comenzado a preparar el personaje y el monólogo con el que encarnará a la santa. De hecho, ya había mostrado públicamente su interés por realizar este trabajo en el programa «Versión Española», que dirige Cayetana Guillén Cuervo.

Después de recibir este año el Goya de Honor por su dilatada trayectoria artística, «por su enriquecedora contribución al cine español a lo largo de varias décadas y su gran versatilidad interpretativa», y considerada una actriz polifacética y un modelo de profesionalidad y brillantez, quizá Concha Velasco ya pensaba en algún papel especial con el que poder brindar por este reconocimiento.

El acuerdo definitivo se produjo ayer en Madrid, en una reunión en la que, además de Concha Velasco, estuvieron presentes Mercedes Cantalapiedra, concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid; José María Viteri, gerente de la Fundación Municipal de Cultura, y el escritor Ramón García.

El papel de su vida

Concha Velasco ya había interpretado a Santa Teresa de Jesús en una de las mejores series de Televisión Española, en la que se recreaba fielmente la vida de la santa de Ávila, tomando como referencia su autobiografía. Bajo la dirección de Josefina Molina y el modélico guion de Víctor García de la Concha y Carmen Martín Gaite, que mimaba con esmero el idioma español, la actriz vallisoletana ofreció la interpretación de su vida al plasmar de modo creíble las búsqueda de la santidad de Teresa y sus innumerables tribulaciones con las fundaciones que realizó por toda España.

«Estamos en presencia de una actriz que ejecuta un rol...; no, estamos en presencia de la misma Teresa de Jesús en toda su dimensión humana y espiritual. Espero que de tan magistral caracterización haya quedado en Concha Velasco, en su corazón y alma, la nobleza, humildad y amor a Dios, y creo que ha sido así, de Santa Teresa de Jesús; baso mi certeza en la persuasión de mi conciencia de que solo un alma grande pudo transmitir el carisma y dones de nuestra Teresa», llegaron a manifestar entonces algunos críticos sobre la interpretación de Concha Velasco.

Incluso Carmen Martín Gaite se refirió a la elección de Concha Velasco para encarnar el papel de Santa Teresa y señaló que la elección le parecía «maravillosa». «Tanto desde el punto de vista físico como de la alegría innata que tenía la santa, la elección de Concha Velasco es muy acertada».

La propia actriz vallisoletana consideró entonces que era « uno de los personajes más atractivos e interesantes que puede interpretar una actriz. La elección me ha hecho muy feliz», algo similar a lo que ya ha manifestado en torno a esta nueva interpretación, prácticamente 30 años después de aquella extraordinaria experiencia.

Si entonces fue para una serie de Televisión Española, ahora será para el teatro, un medio en el que también se siente muy cómoda y que también supone un reto permanente por la cercanía del público y la inmediatez de la interpretación. Entonces con el modelo clásico de las series y ahora, quizá mucho más complicado y atractivo, con un monólogo. Lo que sí coincidirá será la calidad de los textos. En aquel principio de los años 80, con Carmen Martín Gaite y el asesoramiento de Víctor García de la Concha, y ahora, con la adaptación de Ramón García Domínguez.

Fuente: http://www.ocdaragon-valencia.com/noticias/concha-velasco-volvera-a-ser-santa-teresa

El Carmelo es todo de María...

¿Carmelitas? ¿Carmelo? Una síntesis de muchas palabras que hablan de María Santísima de su hogar, plantel y jardín de sus delicias… su Orden.

El monte Carmelo, en hebreo הר הכרמל, abierto al Mediterráneo, unas cuevas que sirvieron de mansión y refugio a unos valientes ex cruzados, antiguos soldados y nobles latinos, que con motivo de la conquista de los Santos Lugares quisieron quedarse allí alrededor del siglo XII, junto al recuerdo vivo de Elías que impregnaba aquellas rocas y todo el paisaje alrededor de la Fuente.Aquel grupo de laicos, que descalzándose vivieron los fervores que entrelazan la hermosa memoria de la Madre de Dios y San Elías sobre la cima del Carmelo pintarían de un matiz especial el monacato de Oriente. Una Orden, con mentalidad occidental enraizada y fundada en Tierra del Señor.

De estos intrépidos, anhelaría nostálgica Teresa de Jesús su manera de vivir:”Qué de santos tenemos en el cielo que trajeron este mismo hábito… Que de hambre, y frío debieron pasar sin tenerse a quiense quejar sino a Dios… Tomad una santa presunción de ser como ellos.”

Allí en el Monte Carmelo se reunieron intuyendo el sitio ideal, allí plantando la primitiva generación de carmelitas se vivieron fervores marianos nunca antes visto y aquellos frailes con capa rayada, cantaron sus amores a María. Poco a poco y según la mentalidad feudal de la época, eligen a la Virgen como Señora del Lugar y modelo de sus vidas, a Ella consagran su existencia en imitación de Jesucristo, en Ella se fraguan y a su forma practican el ideal evangélico: “Amad al Señor tu Dios sobre todas las cosas…y a tu prójimo como a ti mismo.”

El carácter mariano de la Orden se encuentra presente desde los comienzos a través de la dedicación a la Señora del Lugar del primer oratorio o capilla, alrededor de la cual se organizaban las celdas, como hijos que se acogen al cuidado de la Madre alrededor y debajo de su capa.

Se llegó afirmar que El Carmelo es “todo de María”,es Ella la “Belleza y Hermosura del Carmelo”, y “no hay carmelita que no este enamorado de la Virgen”.

a propósito de la renuncia del Papa, una reflexión...

VOLVAMOS NUESTRA MIRADA A NUESTRO SUMO PASTOR...

A mediados del mes de Octubre de 1571, se dispuso que fuera la toma de posesión de la nueva priora del monasterio de la Encarnación de Ávila, Teresa se les había impuesto a las monjas impidiéndoles así que hicieran su tradicional elección por votación; todo era parte de la idea de algunos superiores de un querer devolverle a los monasterios no reformados algo del fervor que ofrecía por entonces la novedosa reforma Teresiana. Las Monjas de la Encarnación no querían la imposición prioral, el día de la toma de posesión se armó una tremenda trifulca, chismes, dimes y diretes, gritos, amenazas y ofensas se llevó Teresa y con ella el entonces Padre Provincial Ángel de Salazar; El motivo principal de toda esta revuelta fue que Teresa en efecto tenia como interés devolver algo de su fervor original al monasterio, sacando a las mujeres seglares, parando las visitas y charlas en el locutorio y que la Encarnación volviera a ser un remanso de paz carmelitana, intereses que no a todas agradaban.

Nadie mas que Teresa pudo reflexionar ante esta situación, las monjas no la querían como priora, no querían una imposición, no querían simplemente ser gobernadas por una monja que les podría atentar sus intereses vanos y personales.
Al fin y al cabo Teresa sabe bien que La Orden del Carmen es de la Virgen María, de nadie mas, ella fue la SEÑORA DEL LUGAR, como la nombraban las antiguas tradiciones carmelitas, desde la fundación de la Orden en las grutas del Monte Carmelo, así que por que no devolverle en un gesto de humildad y sabiduría el verdadero gobierno de la obra que la Madre de Dios cobijó bajo su manto desde un principio. Teresa coloco en la silla prioral del coro la imagen de la Virgen de la Clemencia con las llaves del monasterio en sus manos y en la silla subprioral la imagen de San José y les dijo a la comunidad ahí reunida según una tradición: "Mis buenas señoras, madres y hermanas, yo solamente vengo a servirles y ayudarles en todo lo que pueda, la verdadera priora de este Monasterio es la Virgen Santísima de quien es esta religión, no podemos esperar mal priorato de la Madre de Dios", después de eso Teresa no se canso de repetir que la autentica priora era la Virgen María y que ella solo era una delegada de ella.

En efecto el monasterio de la Encarnación comenzó a cambiar, se vivía un ambiente de paz, Teresa llevó a Juan de la Cruz como confesor, esto ayudo muchísimo a la vida espiritual de las religiosas, pero sobre todo la confianza y el volver la mirada a quien en verdad nos sustenta y nos guía desde el cielo.

Quisiera entrelazar y reflexionar este hecho de la vida de nuestra gran Santa con la novedosa renuncia del Papa Benedicto XVI, que ha causado mucha controversia, multitud de comentarios, burlas, consternación y miles de hipótesis y conjeturas, el Papa ha renunciado por falta de fuerzas, como Él lo ha dicho ha orado y ha examinado su conciencia ante Dios, muchas personas están desanimadas, muchas otras piensan que es el fin de la Iglesia Católica o el inicio de un resquebrajamiento aun mayor por las crisis que últimamente se han venido suscitando, sin embargo creo que es verdad que estos momentos de crisis y de prueba, son también de gracia, por que ahora si es cuando se tiene que demostrar y vivir con coherencia la elección por Jesús, por su Evangelio. Creo que la renuncia del Papa nos tiene que animar a reflexionar y a orar, pedir a Dios que nos regale una fe y confianza mas profunda y un gran amor hacia Él, pero sobre todo que nos lleve a poner la mirada y el corazón en "NUESTROS ORÍGENES", Teresa solo logró la Paz de aquel monasterio, volviendo su mirada y haciendo que las demás monjas cayeran en la cuenta de que Nuestra Madre del Cielo es la verdadera gobernadora de la Orden Carmelita, así también, nosotros tenemos que volver la mirada a Jesús, el es el verdadero SUMO PONTÍFICE de nuestra Iglesia, el mismo Papa Benedicto en su carta de renuncia expreso: "Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo". "El amor nos hará apresurar los pasos." decía nuestra Santa, volver la mirada a Jesús a su evangelio nos llevara a nuevamente inflamar nuestros corazones para iniciar de nuevo.

En medio de una Iglesia desquebrajada en su unidad, que veía con novedad y con dolor la reforma protestante, azotada por los errores de la inquisición, la desmoralización de parte del clero, nacía el grito de reforma, se daban respuestas con el Concilio de Trento, pero mas aun se dio respuesta con la vida de una mujer, de una monja Carmelita que con sus sandalias, con su pobreza y con una confianza ilimitada en Jesús, fundaba conventitos por toda Castilla, haciendo su parte por la unidad de esta Iglesia de Cristo, por sus misioneros y por ser ese testimonio vivo de una presencia amorosa, de ahi nace su afán de crear Castillos habitados por AMIGOS FUERTES DE DIOS; en las situaciones actuales de desesperanza, de crisis, de antivalores, de secularismo extremo, de falta de fe, cual es nuestra respuesta???

Solo podemos encomendar a Dios que envíe a un sucesor del Apóstol Pedro, con un corazón y una mente llenos de fe y amor hacia Él, por el Papa Benedicto XVI sus intenciones y su salud y para que en verdad a nosotros nos fortalezca en la fe y nos permita siempre volver nuestra mirada hacia Él, nuestro verdadero Sumo Pontífice.

"Mira que te mira, acompáñale y habla y pide y regálate con Él. Pídele que aciertes a contentarle siempre, porque de él te ha venido todo bien"

Santa Teresa

jueves, 14 de febrero de 2013

“Ahora comenzamos, y procuren ir comenzando siempre de bien en mejor”

“Ahora comenzamos, y procuren ir comenzando siempre de bien en mejor”

Santa Teresa de Jesús
(F 29, 32)

"El mensaje de Santa Teresa y San Juan de la Cruz al mundo de hoy es válido por sí mismo, aunque no lo escuche nadie. Dentro y fuera de la Iglesia Católica, estos dos grandes místicos dicen mucho a mucha gente. Y, justamente, en la situación actual del mundo, en las que tantas promesas de bienestar hacen agua por todos los costados, y la muerte va avanzando (en vez de que avance la vida), tenemos que hacer que el mensaje evangélico de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz se oiga en público, para que quienes creemos en la vida --que somos la mayoría-- no le dejemos las calles a los malvados".

Fr. Maximiliano Herraiz OCD

«Tiempos recios»

«Son menester amigos fuertes de Dios para sustentar a los flacos» (Vida 15,5).

«Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, quieren poner su Iglesia por el suelo. No, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios asuntos de poca importancia» (Camino de perfección 1,5).

¿No nos resulta familiar, en la coyuntura que vivimos, una reflexión tan luminosa e interpelante, hecha hace más de cuatro siglos por la Santa mística?
"El amor nos hará apresurar los pasos."

Santa Teresa de Jesús

"No está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho"

"No está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho"

Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa nos invita a amar con la pasión del amor y esto sólo lo puede hacer con un corazón de mujer, un corazón humano, al estilo de Jesús. No sólo va más allá del propio interés, sino que se entrega generosamente, sin restricciones, sabe buscar el bien para el otro, la otra, porque tiene su raíz en el fuego del amor de Dios, siempre creativo.

La amistad que vivió nuestra Santa con personas de ambos sexos, fue fuerte e intensa, estuvo fundada en la verdad. Quería que se ayudaran a ser amigas y amigos para el Amigo y del Amigo. En los “tiempos recios” que le tocó vivir le parecía...”que son menester amigos fuertes de Dios”. Llena de confianza en que “se podían hacer espaldas unos a otros” y así ayudar a “sustentar a los flacos”.

Su invitación para TRANSFORMAR el mundo es vivir la AMISTAD, amistad con Cristo Amigo, Amistad con amigas y amigos...

...”porque para ser verdadero el amor y que dure la amistad, hanse de encontrar las condiciones... porque no es de vuestra condición...más viendo lo mucho que os va en tener su amistad y lo mucho que os ama, pasáis por esta pena de estar mucho con quien es tan diferente de vos.”

Teresa de Jesús
(Vida 8, 5)

La exigencia de la amistad con Dios es no buscarse a sí mismo, sino acoger su mirada . "Mire que le mira", "El mirar de Dios es amar". Ante esa mirada permanecer con "atención amorosa", para despues compartirla con aquellos que amamos, nuestros seres queridos, nuestros amigos...

sábado, 9 de febrero de 2013

"Pues, si cuando andaba en el mundo, de sólo tocar sus ropas sanaba los enfermos, ¿qué hay que dudar que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos fe, y nos dará lo que le pidiéremos, pues está en nuestra casa? Y no suele Su Majestad pagar mal la posada, si le hacen buen hospedaje".

Santa Teresa de Jesús

"Amadís el Doncel del Mar"

Como Sabemos Doña Beatriz de Ahumada, madre de Santa Teresa, además de dar una esmerada educación religiosa a sus hijos, era aficionada a la lectura de libros de caballería; cada vez que la niña Teresa por las tardes cuando las labores habían terminado, abría la puerta del cuarto de su madre, la encontraba leyendo, Teresa se sentaba junto al brasero, Doña Beatriz le hablaba del amor de Dios y de la Virgen María: -"Ella es tu verdadera madre" le decía. Sin embargo Doña Beatriz no podía evitar el hablar a su hija, además de la Virgen, de sus héroes preferidos: Lisuarte, Palmerín, Esplandián el Joven, Amadís el Doncel del Mar:

"La hija del rey Lisuarte era Oriana. La criatura mas bella que se vio jamás. Era tan hermosa que la llamaban la Sin Par. La reina le dio el Doncel del Mar para que le sirviera, diciéndole:

-"Hija mía este es el Doncel que te servirá".
-"Me place, respondió Oriana".

Al Doncel se le grabaron tanto en el corazón estas palabras que no se le borraron jamás. Según cuenta la historia, nunca se canso de servirla y le entrego su corazón para siempre. Este amor duró toda la vida, amándole ella tanto como él, de modo que no dejaron de amarse ni una hora..."

¿Y se amaron siempre, siempre...?, preguntaba a su madre la pequeña Teresa.

-Eternamente , respondía Doña Beatriz.

¿Acaso el amor, como la gloria, solo valía cuando era "para siempre"? A Teresa, que iba creciendo, este pensamiento le asaltaba muchas veces.